Somos una familia migrante que llegó a Estados Unidos con un sueño: cumplir el anhelado sueño americano.
Como muchos, dejamos atrás nuestras raíces, pero trajimos con nosotros lo más valioso: nuestras tradiciones, el amor por la cocina y las ganas de salir adelante.
Todo comenzó en McAllen, Texas, donde un buen amigo —quien creyó en nosotros desde el principio— me motivó a emprender con algo muy nuestro:
Los Regios Tacos a Vapor, un sabor auténtico de nuestra ciudad que no podía faltar en esta tierra de oportunidades.
Con mucha fe, poco capital, pero muchas ganas, iniciamos esta aventura mi esposa, nuestros dos hijos pequeños y yo. En un pequeño local y muchas madrugadas sin dormir, dimos nuestros primeros pasos.